jueves, 15 de septiembre de 2011

Ha muerto Rojas

No soy de los que habla bien de la gente cuando ésta se muere, pero el fallecimiento de Rojas me produce tristeza y pesar. Voy a contar, con todo el cariño y la admiración posible, algunas anécdotas y sucesos:
En el año 1966 se celebró en Almería el Campeonato de España de ajedrez. Fue la última vez que lo ganó Arturo Pomar. Una de las rondas se celebró en Roquetas...en el bar de mi padre. Ahí, con 11 años y sin saber cómo se movían las piezas, vi que el representante de Almería era un tal Miguel Rojas Franco. Desde ese momento empecé a admirarlo. Por último lo conocí más profundamente en el periódo 1990/99 cuando fui presidente de la Fed. Almeriense. Ahí valoré realmente a este hombre. El ajedrez almeriense era él. En cualquier lugar donde fueres lo conocían. Realmente si Rojas no hubiera existido, habría que haberlo creado. Todos sabían qué jugaba: India de Rey o Pirc o Siciliana/Dragón con negras y Reti con blancas. Todos lo sabíamos, pero no le ganábamos. Recuerdo cuando fue campeón provincial por última vez...tenía la ilusión de un niño:quería ser campeón a los ¡¡¡50!!! años de serlo la 1ª vez. Para hacernos una idea: Ser campeón provincial con 20 y con 70 años. Increible ¿no?.
Lo que más me gustaba de él era el desparpajo con el que afrontaba cualquier partida. Recuerdo una vez en una torneo de estos abiertos. Jugaba con un GM -no recuerdo quién-. Se sienta Rojas, viene el GM y le dice "Yo soy Rojas ¿y tú cómo te llamas?" El maestro alucinaba. ¿Qué le importaba a Don Miguel el nombre de su rival? Iría a ganar y punto. Su orgullo bien entendido nos producía una eterna sonrisa a los que lo rodeábamos. ¿A quién no le ha enseñado el recorte de prensa ya amarillento de su victoria al GM rumano Ciocaltea? Eterno Rojas: nadie muere mientras esté en nuestros recuerdos.
Yo no creo en una vida posterior, pero si me equivoco y existe, ahora Rojas estará jugando una partida con Caissa. Y cuidadín, que por muy diosa que seas, puede ganarte.

3 comentarios:

  1. Esta es una noticia que nos ha conmovido a todos, Miguel Rojas estaba por encima del bien y del mal ajedrecístico, podia ser sátiro sin herir la sensibilidad, ser amable sin ser condescendiente y ser, por encima de todo, una eminencia en materia ajedrecistica.

    Es y será por siempre parte destacada de nuestro ajedrez.

    Onio

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  2. Siento mucho la muerte de Miguel Rojas. Pienso en sus hijos, a los que transmito mi pesar desde aquí. Pienso especialmente en Pedro y los larguísimos ratos en que discutíamos a la intemperie, en pleno invierno y en plaza Nueva, el lugar más frío de Granada. Pienso en sus otros hijos con los que tuve algún contacto, Nicolás y Pepe.

    Con su muerte siento que se escapa mucha vida, tantos ratos y tantos sentimientos.

    Salvo que me falle mucho la memoria mi primer contacto con Miguel - con "los Rojas" - fue en un efímero club que se abrió cerca de mi casa, en el Camino de Ronda. Esto fue a finales de los 70. Allí se disputaba un clásico encuentro entre la "incordiante" Almería (el club de los Rojas) y un equipo granadino. La sala estaba repleta de espectadores. ¿Quién no había oído hablar de Rojas? Unos años atrás, Jacinto Rega, mentor o cacique del club R.E.G.A. (Real Escuela Granadina de Ajedrez) ya me había hablado de Miguel Rojas, al que se apodaba "Culo de Bronce" por su dureza y tenacidad. Recuerdo haber leído en una vieja revista - Ajedrez español - que Miguel Rojas llegó a ser considerado en su juventud como una de las promesas nacionales.

    Lo que pude constatar era que Miguel adoraba el ajedrez (y ganar, claro). No le agotaba ni aburría. Siempre que me veía, tenía cosas que decirme, lleno de entusiasmo. Sonrío al recordar las ganas con las que venció a su hijo en 1989, en el Campeonato de España Absoluto que se celebró en Almería y del que fuí director.

    Y no me libré de enfrentarme a él en un torneo en Adra, hace muchos años. Se jugaba por invitación. Lo pasé muy bien en la partida, aunque perdí. Yo jugaba con blancas y, astuto de mí, le enfrenté a "mi" Ataque Indio de Rey. Aquel "ataque" fue el más ineficaz, chusco y divertido: sobrepasamos la apertura y nos adentramos largamente en el medio juego... ¡sin haber intercambiado ni un peón, ni una sola pieza! Cada uno respetó las cuatro primeras filas del rival, sin osar pisar una sola casilla, como si existiera un fuerte muro entre los dos. Él hacía transitar por la retaguardia un caballo desde un ala a la otra, como si se tratase de un ejército napoleónico. Yo hizo lo propio. En ese momento detuvo nuestro reloj y se sacó del bolsillo unos recortes diciéndome: "¿Tú sabes con quien te estás jugando los cuartos...?". Fue muy divertido.

    Mi pésame al ajedrez almeriense.

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  3. Me entristece mucho la muerte de Miguel Rojas FRanco. Mando un abrazo a todos sus hijos: Julia, Miguel, Pepe, Pedro y NIcolás.
    Los torneos en los que participaba Miguel y los "Rojas" eran diferentes.
    Podemos considerarlo como el patriarca del ajedrez almeriense.
    Era un jugador muy fuerte, gran estratega, no calculaba mucho pero era astuto, tenaz y gran luchador. Nunca conseguí ganarle en partidas lentas", tan sólo puede en partidas a 1 hora o ritmos rápidos.
    Recuerdo un provincial sobre 1985 donde literalmente barrio del tablero a 2 de sus hijos para poder clasificarse para la fase final. Tan solo recuerdo un jugador al que temía: Angel Simón llego a ganarle 5 partidas seguidas en 2 años.
    Descanse en paz. Espero que podamos celebrar pronto un torneo en su memoria
    Fernando Espín Gálvez

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